Qué son los pedos de monja, un postre raro pero riquisímo consumido en México

Aunque la receta no es mexicana, su consumo es popular en algunas entidades del país

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Es un platillo originario de Europa, muy común en estados como Querétaro y Puebla 
Crédito: Youtube/@RecetasyMas
Es un platillo originario de Europa, muy común en estados como Querétaro y Puebla Crédito: Youtube/@RecetasyMas

Aunque la gastronomía mexicana tiene una gran variedad de postres para todos los paladares, en algunas entidades es popular el consumo de dulces que tienen su origen en el extranjero. Tal es el caso de los pedos de monja.

Pese su inusual nombre este producto es delicioso, pues son bolitas dulces hechas a base de masa, que son fritas, luego espolvoreadas con azúcar y, en algunos casos, rellenadas. También pueden ser bolitas de chocolate rellenas.

Sin importar si están hechas de pan o chocolate, los pedos de monja son apreciados por su delicadeza y textura ligera

El postre es popular en Querétaro, Puebla y en algunas entidades del Bajío mexicano, como Jalisco. En ese sentido, en algunas dulcerías es posible encontrar inusuales anuncios que señalan: “Hay pedos de monja”.

¿Cuál es el origen de los pedos de monja?

El postre pedos de monja es una tradicional golosina española con una historia que se remonta a varios siglos atrás.

Es un platillo originario de Europa, muy común en estados como Querétaro y Puebla 
Crédito: FB/Pedos de Monja
Es un platillo originario de Europa, muy común en estados como Querétaro y Puebla Crédito: FB/Pedos de Monja

Estos dulces tienen su origen en la invención de un chef pastelero de Italia, establecido en España, quien inicialmente los denominó ‘petto di monca’, traducido al español como ‘pecho de monja’. No obstante, debido a la pronunciación particular de los catalanes, que decían ‘pedo’ en lugar de ‘petto’, el nombre del postre fue evolucionando gradualmente con el tiempo.

Una segunda versión apunta a que el nombre fue acuñado en conventos españoles donde, en la intimidad de sus cocinas, las monjas preparaban estos dulces. La ligereza y suavidad de estos bocaditos, unidos a la creatividad y humor de la época, dieron pie al singular nombre que ha perdurado hasta nuestros días.

Menos claro es cómo es que los pedos de monja llegaron a México. Sin embargo, se cree que fueron las religiosas, encargadas de la cocina en los conventos, quienes trajeron desde España la receta durante la colonización.

En la actualidad, aunque pueden no ser tan comunes como otros postres mexicanos, representan un vínculo con el pasado colonial y la influencia española en la gastronomía del país.

¿Cómo preparar pedos de monja en casa?

Existen muchas versiones de pedos de monja que varían en cuanto a complejidad e ingredientes necesarios. Pero la receta tradicional, en la que simplemente se preparan bolitas de pan cubiertas de azúcar es sencilla, lo que convierte a este postre en una opción fácil para disfrutar de un alimento dulce, ideal para acompañar con té o café.

Los pedos de monja son ideales para acompañar con una taza de café (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los pedos de monja son ideales para acompañar con una taza de café (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para esta receta de pedos de monja necesitas: 2 huevos, 150 gramos de azúcar, 150 gramos de harina de trigo, 1 cucharadita de levadura (polvo de hornear), aceite para freír, azúcar extra para espolvorear

Los pasos a seguir son estos:

- En un bol grande, batir los huevos junto con el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea.

- Añadir la harina tamizada y la levadura química, mezclando suavemente hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados y se forme una masa sin grumos.

- Calentar abundante aceite en una sartén a fuego medio.

- Una vez que el aceite esté caliente, tomar pequeñas porciones de la masa con una cucharita y freírlas en el aceite hasta que estén doradas. Es importante no saturar la sartén para evitar que los bocados se peguen entre sí.

- Retirar los dulces del aceite utilizando una espumadera y escurrirlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

- Mientras aún están calientes, espolvorear los dulces con azúcar extra al gusto.

- Dejar enfriar y servir.