Ley de deportación de migrantes: la ONU le pidió al Reino Unido que tome medidas para respetar los derechos humanos

Rishi Sunak, premier británico, dijo que los primeros vuelos que los llevarán a Ruanda saldrán en un plazo de 10 a 12 semanas. El alto comisionado de las Naciones Unidas para los DDHH dijo que la nueva legislación “obstaculiza gravemente el Estado de derecho”

Compartir
Compartir articulo
El primer ministro británico, Rishi Sunak, habla durante una conferencia de prensa en Downing Street, en Londres, el lunes 22 de abril de 2024.  (Toby Melville/Pool Photo via AP)
El primer ministro británico, Rishi Sunak, habla durante una conferencia de prensa en Downing Street, en Londres, el lunes 22 de abril de 2024. (Toby Melville/Pool Photo via AP)

Los altos comisionados de Naciones Unidas para los refugiados y los derechos humanos reconocieron este martes que están alarmados por la aprobación final en el Reino Unido de una ley que permitirá la expulsión de refugiados a Ruanda, ya que restringirá la posibilidad de que los tribunales británicos examinen correctamente las decisiones de expulsión.

Además, dijeron que los solicitantes de asilo tendrán un margen limitado para apelar incluso si su expulsión a Ruanda pone su vida en riesgo, por todo lo cual pidieron al Gobierno británico que reconsidere este plan y en su lugar “tome medidas basadas en la cooperación internacional y el respeto de los derechos humanos” para enfrentar los flujos irregulares de refugiados y migrantes.

Para la ONU, la nueva ley también tendrá repercusiones muy negativas “en el reparto de responsabilidades a escala mundial, en los derechos humanos y en la protección de los refugiados”.

La legislación aprobada se podrá aplicar a los refugiados y migrantes que hayan entrado en el Reino Unido de manera irregular.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, a la derecha, y el presidente de Ruanda, Paul Kagame, posan para los medios en la residencia oficial del primer ministro en Londres, el martes 9 de abril de 2024. (AP Foto/Alberto Pezzali, Pool)
El primer ministro británico, Rishi Sunak, a la derecha, y el presidente de Ruanda, Paul Kagame, posan para los medios en la residencia oficial del primer ministro en Londres, el martes 9 de abril de 2024. (AP Foto/Alberto Pezzali, Pool)

El Tribunal Supremo del Reino Unido declaró el año pasado que el traslado de solicitantes de asilo a Ruanda infringiría la legislación internacional y nacional, en particular por las deficiencias detectadas en el sistema utilizado en el país africano para examinar y decidir sobre solicitudes de asilo individuales.

”La nueva legislación se aleja de la larga tradición del Reino Unido de proporcionar refugio a quienes lo necesitan, en contravención de la Convención sobre los Refugiados”, afirmó el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.

Según el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, la ley aprobada “desplaza la responsabilidad sobre los refugiados y restringe el acceso a los recursos legales en el Reino Unido”.

Incluso dijo que la nueva legislación “obstaculiza gravemente el Estado de derecho en el Reino Unido y sienta un peligroso precedente a nivel mundial”.

Un manifestante sostiene una pancarta frente a la Corte Suprema de Londres, donde se consideró ilegal la política de asilo del Gobierno del Reino Unido en Ruanda. En abril pasado, el Tribunal de Apelaciones dictaminó que la política de asilo de Ruanda era ilegal porque el país de África Oriental no era un país seguro. Europa Press/Contacto/Tejas Sandhu
Un manifestante sostiene una pancarta frente a la Corte Suprema de Londres, donde se consideró ilegal la política de asilo del Gobierno del Reino Unido en Ruanda. En abril pasado, el Tribunal de Apelaciones dictaminó que la política de asilo de Ruanda era ilegal porque el país de África Oriental no era un país seguro. Europa Press/Contacto/Tejas Sandhu
Migrantes en una lancha de la patrulla de fronteras británica cerca del puerto de Dover, en el Reino Unido (REUTERS/Matthew Childs/Archivo)
Migrantes en una lancha de la patrulla de fronteras británica cerca del puerto de Dover, en el Reino Unido (REUTERS/Matthew Childs/Archivo)

La reacción de Ruanda

La portavoz del Gobierno ruandés, Yolande Makolo, aplaudió este martes la aprobación de la controvertida ley que permitirá el envío a Ruanda de migrantes irregulares procedentes del Reino Unido y garantizó la seguridad de los “más de 130.000 refugiados” que ya están en el país africano y de los que llegarán.

”Hemos trabajado arduamente durante los últimos treinta años para hacer de Ruanda un país seguro para los ruandeses y no ruandeses por igual”, aseguró Makolo en un comunicado remitido a EFE.

La portavoz subrayó el “compromiso” del Ejecutivo ruandés con el acuerdo de Migración y Desarrollo Económico con el Reino Unido y su deseo de “dar la bienvenida a los (migrantes) reubicados en Ruanda”.

Es la primera reacción del Gobierno ruandés sobre la aprobación de la polémica ley este lunes por la noche en el Parlamento británico, tras una intensa sesión en la que las dos cámaras (Comunes y Lores) se intercambiaron la legislación hasta cinco veces.

La portavoz del gobierno de Ruanda, Yolande Makolo, asiste a una conferencia de prensa sobre el traslado de solicitantes de asilo desde Gran Bretaña antes de su llegada a Kigali, Ruanda, el 14 de junio de 2022. REUTERS/Jean Bizimana
La portavoz del gobierno de Ruanda, Yolande Makolo, asiste a una conferencia de prensa sobre el traslado de solicitantes de asilo desde Gran Bretaña antes de su llegada a Kigali, Ruanda, el 14 de junio de 2022. REUTERS/Jean Bizimana

Sin embargo, Makolo incidió en la seguridad para los solicitantes de asilo y puso como ejemplo su colaboración con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en la protección de migrantes libios que han sido trasladados a “un lugar seguro” en Ruanda.

Londres ha pagado a Kigali una partida inicial de 220 millones de libras esterlinas (más de 272 millones de dólares) y se ha comprometido con 370 millones más (unos 457 millones de dólares) como compensación por el envío de solicitantes de asilo a Ruanda durante cinco años.

(con información de EFE)