Tom Selleck tuvo que “rescatar” a Lady Di de John Travolta durante su icónico baile juntos

El actor reveló que intervino en el histórico momento para evitar que circularan rumores en torno a ambas figuras

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Tom Selleck bailó una pieza junto a la Princesa Diana en una cena ofrecida por la Casa Blanca en 1985. (Créditos: Shutterstock)
Tom Selleck bailó una pieza junto a la Princesa Diana en una cena ofrecida por la Casa Blanca en 1985. (Créditos: Shutterstock)

Tom Selleck, el afamado actor conocido por su papel en la serie Sangre azul, compartió en su libro de memorias You Never Know una anécdota personal que lo vincula a la princesa Diana y a una noche que quedó grabada en la historia.

El episodio se contextualiza en una cena de estado ofrecida por la Casa Blanca en noviembre de 1985, realizada honor a la princesa Diana y el entonces príncipe Carlos. La lista de invitados fue cuidadosamente seleccionada por lady Di, e incluía apenas a tres actores: Clint Eastwood, John Travolta, y el propio Selleck. A ellos los acompañaba el presidente Ronald Reagan y la primera dama Nancy Reagan.

Tom Selleck también es recordado por su rol en la serie "Friends" como el interés amoroso del personaje de Courteney Cox, Monica Geller. (Créditos: Getty Images/Hulton Archive)
Tom Selleck también es recordado por su rol en la serie "Friends" como el interés amoroso del personaje de Courteney Cox, Monica Geller. (Créditos: Getty Images/Hulton Archive)

Selleck recordó sentirse “ansioso” durante las primeras interacciones, pero su nerviosismo se disipó al conocer a Diana, a quien describió como “encantadora, elegante y hermosa”. Destacó además que Carlos tenía la habilidad de hacer sentir importante a la persona con la que estaba.

“Después de la comida, todos se trasladaron al Salón Este para escuchar música y bailar. El presidente Reagan y la princesa Diana bailaron, y Carlos bailó con Nancy. Luego John Travolta y la princesa empezaron a bailar”, detalló, aunque él y Eastwood optaron por mantenerse al borde de la pista, mirando a lo lejos.

Detrás del icónico baile que compartieron la princesa Diana y John Travolta, estuvo un incómodo Tom Selleck que se vio obligado a intervenir. (Créditos: Shutterstock)
Detrás del icónico baile que compartieron la princesa Diana y John Travolta, estuvo un incómodo Tom Selleck que se vio obligado a intervenir. (Créditos: Shutterstock)

Cuando la tercera canción inició, una mujer se acercó a los dos hombres y dijo: “El señor Travolta y la princesa están bailando por segunda vez juntos. No podemos permitir eso. No queremos iniciar rumores”. Y añadió: “señor Selleck, debe intervenir y reemplazarlo”.

Ante la petición, él exclamó, quizá demasiado alto: “¡No voy a intervenir en John Travolta!”. Para que segundos después cambiase de opinión y aceptara solicitarle una pieza, aunque para el siguiente tema.

Cuando llegó el momento, Selleck cumplió su palabra y bailó con la princesa. Agradeció que se trataba de una canción lenta, ya que se encontraba nervioso por no haber recibido “educación en bailes de salón”, y le ofreció una disculpa a la Princesa de Gales.

Tom Selleck le pidió disculpas a la princesa Diana antes de iniciar su baile por no tener educación en bailes de salón 
(Créditos: Zuma Press/The Grosby Group)
Tom Selleck le pidió disculpas a la princesa Diana antes de iniciar su baile por no tener educación en bailes de salón (Créditos: Zuma Press/The Grosby Group)

“Ella era encantadora y había una cualidad muy tímida en ella a pesar de estar bien educada en el arte de la conversación. Debo decir que parecía estar pasando el mejor momento de su vida. Me alivió que hablara la mayor parte del tiempo. Digamos que no fue mi mejor momento como conversador”, agregó.

Una noche que paralizó a la Casa Blanca

El 9 de noviembre de 1985, marcó un encuentro monumental en la historia de la cultura pop cuando la princesa Diana y John Travolta compartieron un baile en la Casa Blanca.

La princesa de Gales compartió piezas de baile con el actor John Travolta al ritmo de la banda sonora de "Fiebre de sábado por la noche" y "Grease". (Créditos: Zuma Press/The Grosby Group)
La princesa de Gales compartió piezas de baile con el actor John Travolta al ritmo de la banda sonora de "Fiebre de sábado por la noche" y "Grease". (Créditos: Zuma Press/The Grosby Group)

Desde su adolescencia, la joven Diana Spencer era una fanática declarada del actor tras verlo en películas como Fiebre de sábado por la noche y Grease. Para cuando lo conoció a sus 24 años, Travolta había cumplido 31 años, y experimentaba un momento de calma tras alcanzar la fama mundial.

“No tenía idea de que aquella noche hubiera algo planeado para mí. Sólo me sentía honrado por haber sido invitado a ese evento, pues en ese momento mi carrera se encontraba en un punto muy bajo, pero, sin embargo, estaba en ese salón. Me sentí como un sapo que se había convertido en príncipe”, recordó Travolta.

El vestido de terciopelo azul que fue usado por lady Di durante el baile con John Travolta, fue vendido a una institución británica que pagó 290 mil dólares por él. (Créditos: REUTERS)
El vestido de terciopelo azul que fue usado por lady Di durante el baile con John Travolta, fue vendido a una institución británica que pagó 290 mil dólares por él. (Créditos: REUTERS)

Lo que desconocía era que, durante la recepción y aproximadamente a las 21:30, la primera dama de los Estados Unidos, Nancy Reagan, se aproximó a él con una petición muy especial de la princesa Diana: “Su gran sueño siempre ha sido bailar contigo: ¿le concederías ese deseo?”.

Fue entonces que Travolta se acercó a lady Di y le preguntó con algo de timidez “Disculpe, Princesa, ¿le gustaría bailar?”. La princesa, inclinando la cabeza y algo sonrojada, contestó simplemente: “Me encantaría”.

“Yo era consciente de que todo el mundo estaba mirándonos en ese momento, así que traté de que se sintiera cómoda; puse mi mano en su espalda y le tomé la mano de tal forma que se sintiera segura de sí misma. Y así fue. El baile fue fantástico gracias a ella, porque no se comportó como alguien superior, sino todo lo contrario”, concluyó.